Nuestra ganadería es el resultado de generaciones dedicadas al cuidado
de las vacas lecheras. Nuestros abuelos mejoraron los suelos e hicieron
las cabañas para que nosotros podamos alimentar vacas con ricos pastos y
forrajes hechos en nuestras tierras. Conseguimos así una buena salud de
nuestros animales y por tanto leche y carne de una calidad excepcional.
La tierra es tratada de manera sostenible sin herbicidas, sin pesticidas, ni abonos químicos de síntesis.
Los
animales comen pastos, forrajes, y se complementa su alimentación con
una pequeña ración de cereales de producción ecológica. Tampoco se
utilizan antibióticos ni hormonas.
Los
alojamientos y el manejo del ganado garantizan la estrecha relación
entre los animales del rebaño y unas condiciones de total libertad.